2021A Comunicación Ipiales

Comunicación - Generación 2021A Ipiales

Por Oscar Hernando Benavides Paz, MBA
Profesior Titular e Investigador
Director de la Practica Empresarial
UNIVERSIDAD DE NARIÑO

La comunicación es integral, la comunicación organizacional abarca una gran variedad de modalidades: interna y externa; vertical, horizontal y diagonal; interpersonal, intragrupal, intergrupal e institucional; directa (cara a cara) y mediatizada (a través de canales diversos, escritos, audiovisuales y electrónicos).

Así como no se puede separar lo verbal de lo no verbal en la práctica de la comunicación interpersonal porque constituyen parte del mismo "paquete", tampoco podemos considerar todas estas modalidades de la comunicación organizacional como entes aislados.

La comunicación es un sistema; esto implica que el subsistema técnico y humano, es decir, los medios que se utilizan para enviar información y las personas que se comunican entre sí directamente, están interrelacionados y son interdependientes. Son muchas las variables que influyen simultáneamente en el clima de comunicación de una organización. Lo técnico y lo interpersonal interactúan, de manera que el resultado final no se da en función de relaciones causa-efecto lineales y directas, sino de procesos complejos.

La comunicación y la cultura organizacional están íntimamente relacionadas. El concepto de cultura ha entrado con fuerza a la jerga de las organizaciones en los últimos años, y cada vez más ligado al de comunicación. De hecho, una manera muy extendida de entender la cultura es como un conjunto de significados compartidos que proporcionan un marco común de referencia y, por tanto, patrones similares de comportamiento.

En la organización, los medios de trasmisión y reforzamiento de la cultura son múltiples: símbolos, conductas, políticas, procedimientos y normas, instalaciones y tecnología, por nombrar sólo algunos.

La comunicación es una responsabilidad compartida; como todos en la organización se comunican, hacerlo bien es una responsabilidad de todos, si bien algunos deben desempeñar un papel más importante en este sentido por la posición que ocupan o por la información que manejan. Por tanto, el desarrollo de las habilidades de comunicación de las personas, en los distintos niveles y áreas, se ha vuelto una prioridad, sobre todo ahora que las organizaciones están viviendo cambios fundamentales.

Linda Putnam (citada por Shumal, 2001) postula que la comunicación organizacional, como disciplina, emergió de cuatro tradiciones de la comunicación en los Estados Unidos: la “comunicación del habla” (speech communication); la persuasión (es decir, publicidad y propaganda juntas), el discurso público (u oratoria) y la Teoría de la Comunicación Humana.

Hacia fines de los 70, Linda Putnam identificó cuatro grandes “familias” de intereses teóricos y metodológicos para esos años, a saber, la política, la retórica, la de procesamiento informativo, y la cultural. Unos diez años después, ella junto con Jablin, Roberts y Porter (1989), tomaron la nomenclatura de Fischer (1982) para clasificar los presupuestos teóricos de la Comunicación Organizacional en mecanicista o mecánico; psicológico; interpretativo-simbólico, y sistémico.

Dentro de lo que se ha dado en llamar posiciones empírico- analíticas (Habermas 1983) pueden ser ubicados el enfoque mecánico, el psicológico, el sistémico y el de la contingencia, como una de sus modalidades de expresión, los que a instancia de Varona (1999-a) serían funcionalistas.

El enfoque mecánico sintetiza la influencia de la Teoría Matemático Informacional (Shannon y Weaver 1948), la Teoría Clásica de las Organizaciones (Taylor, 1911; Fayol, 1929 y Weber, 1947) y la Psicología Conductista (Watson y Skinner, 1900- 1950). Las mismas que para la comunicación masiva dejaron influencias en modelos hipodérmicos-conductistas como el propuesto por Harold Lasswell (1948). Se concentra en la transmisión y recepción acuciosas del mensaje a través del canal que liga al emisor con el receptor, considerado generalmente pasivo. Este proceso que se ve como lineal y transitivo pone poco interés en la retroalimentación y tiene la función de ofrecer la información precisa para lograr la eficiencia organizacional necesaria, pero con flujos verticales descendentes que refuerzan la autoridad de la administración. No establece relaciones con el clima organizacional, ni otros elementos de las relaciones humanas en el marco de las cuales se desarrolla la comunicación, de ahí el marcado carácter mecanicista, pues no explica las complejas relaciones entre los diferentes elementos que componen el proceso que se concibe fraccionado.

El enfoque psicológico por su parte resume los influjos de la Teoría Humanística de las Organizaciones (Mayo, 1933; McGregor, 1960; Likert, 1961), la Teoría Funcionalista (Radcliffe- Brown, 1955; Malinowski, 1942; Lazarfesfeld, 1945; Robert Merton, 1949) y la Psicología Cognitiva (1960). En el las intenciones y los aspectos humanos de la comunicación, presume de la existencia de una correlación lineal entre las cogniciones y el comportamiento, de ahí que se centre la atención en la influencia de las características de los individuos en los procesos de comunicación. Ello imprime un papel activo al receptor el cual selecciona el mensaje y activa su interpretación de acuerdo a los rasgos específicos de su personalidad. Lo que es denominado como filtros conceptuales (Jablin y Putnam, 1997) y que no es más que el conjunto de conocimientos, actitudes y percepciones que poseen los sujetos. También están presentes elementos de la persuasión.

La negociación es una versión especializada y formal de la resolución de conflictos empleada con mayor frecuencia cuando las cuestiones importantes deben ser acordadas. La negociación es necesaria cuando una de las partes requiere el consentimiento de la otra parte para lograr su objetivo. El objetivo de la negociación es la construcción de un entorno compartido que lleva a la confianza a largo plazo e implica a menudo un tercero, neutral para eliminar los temas de las emociones y mantener a los individuos concentrados. Es un poderoso método para la resolución de conflictos y requiere habilidad y experiencia. Zartman define la negociación como "un proceso de combinación de posiciones en conflicto en una posición común en una regla de decisión de unanimidad, un fenómeno en el que el resultado es determinado por el proceso."

La mayoría de las teorías de las negociaciones comparten la noción de negociación como un proceso, pero difieren en su descripción del proceso.

Los análisis estructurales, estratégicos y procedimentales acumulados de actores racionales, son capaces de priorizar objetivos claros y de hacer intercambios entre valores en conflicto, son consistentes en su patrón de comportamiento y son capaces de tomar en cuenta la incertidumbre.

Las negociaciones difieren de coacción, en esas partes negociadoras se tiene la posibilidad teórica de retirarse de las negociaciones. Es más fácil estudiar las negociaciones bilaterales, en oposición a las negociaciones multilaterales.

De acuerdo con el análisis estructural, las negociaciones, por lo tanto se pueden describir conmatrices, tales como el dilema del prisionero, un concepto tomado de la teoría de juegos. Otro juego común es el dilema de la gallina.

El análisis de procesos es la teoría más cerca de regateo. Las partes comienzan a partir de dos puntos y convergen a través de una serie de concesiones. Al igual que en el análisis estratégico, ambas partes tienen derecho a veto (por ejemplo, vender, no vender, pagar, no pagar). El análisis de procesos también cuenta con supuestos estructurales, porque un lado puede ser más débil o más fuerte que el otro (por ejemplo, con más ganas de vender, o si no están dispuestos a pagar un precio determinado). El análisis de procesos se centra en el estudio de la dinámica de los procesos. Por ejemplo tanto Zeuthen y Cross trataron de encontrar una fórmula para predecir el comportamiento de la otra parte en la búsqueda de una tasa de concesión, con el fin de predecir el resultado probable.

El proceso de negociación, por lo tanto es considerado a desarrollarse entre puntos fijos: el punto de partida de la discordia y el punto final de la convergencia. El punto de la seguridad, es el resultado de la retirada opcional y también se tiene en cuenta.

El análisis integrador divide el proceso en etapas sucesivas, en lugar de hablar sobre los puntos fijos. Se extienden etapas de análisis a las negociaciones previas, en las que los partidos hacen los primeros contactos. El resultado se explica como el rendimiento de los actores en diferentes etapas. Las etapas pueden incluir negociaciones previas, la búsqueda de una fórmula de distribución, comportamiento cresta o de asentamiento.

Variables de referencia







Datos de Contraste

La comunicación informal en los administradores de empresa es del 0,8193.



La comunicación formal en los administradores de empresa es del 0,8044.
La negociación en los administradores de empresa es del 0,8326.
Observaciones
  1. Las competencias gerenciales son las que nos permiten ser eficaces a la hora de cumplir determinadas labores, se definen también como los conocimientos y habilidades que poseemos y que hemos adquirido durante el proceso de aprendizaje y formación.
  2. Es muy importante la capacidad que debemos de tener y enfrentar al momento de estar en una entidad sea privada o publica como administradores de empresas es muy importante saber manejar nuestros espacios y de igual forma las capacidades gerenciales que como profesionales debemos de tener, de esa manera ir creciendo como persona y ayudando a la empresa en su desarrollo. 
  3. El liderazgo y manejo de talento humano es esencial para el crecimiento empresarial.






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